20/11/07

Apunte N° 1.789 sobre la misma estúpida obsesión

Hace diez minutos, en Corrientes y Talcahuano, se me ocurría que en esta ciudad no mucha gente debe detenerse a mirar. Todo es ascenso y descenso de pasajeros, un ballet agresivo en el corredor de la vereda. Terapia de shocks y ropa inteligente.
Todos aprendieron una proxémica del miedo que empezás a aprender ni bien ponés un pie en la calle. Cada un minuto pasa un vendedor ambulante por tu mesa de café y te ofrece algo para vender: linterna, pisapapeles, agenda. Dejan caer en silencio el producto y dan por sentado que conocés el código de la venta informal.
Pasamos el fin de semana en La Plata, y en una de esas noches leí unos párrafos de Operación Masacre en voz alta, alrededor de una mesa con gente hermosa que reía. Quería "sentir" el lugar. Por eso me llevé una rama de tilo en el bolsillo de la campera mientras viajaba a Capital. A Walsh, en cambio, los tilos lo ponían nervioso.
De nuevo en Baires. Ayer nos pasamos de largo en nuestra caminata desde Congreso y terminamos en Plaza Miserere. Yo me acordé de una canción de Babasónicos y dos cuadras más adelante apareció Emanuel Horvilleur. Algo debe andar mal: las celebrities lucen bien dentro de la pantalla, no fuera de ella.
Mejor que se queden ahí adentro y nos dejen la calle a nosotros.

3 %:

Mastronardi dijo...

...aunque Emanuel, en sus primeras epocas junto a Dante, se lucía bailando "Es tuya Juan".

Anónimo dijo...

La Plata tiene otros olores, el tilo es uno de los perfumes que en el peor de los casos, puede hacerte estornudar. Y hasta hace quince años más o menos, además de un aroma distinto, tenía un habla diferente.
De todos modos, sólo "sentirás" a La Plata cuando la abandones.

Anita dijo...

Yendo por Alsina, Azcuénaga es Matheu y ahí a la derecha. Es que en Rivadavia cambian de nombre!

La Fuerza está conmigo

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Brazo Armado

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