4/6/09

Que viva la frula

La novela de Caicedo es medio apología del delito: que hable de frula vaya y pase; acá lo que hay que prohibir es hablar de amor.
Empecé a leerla pensando en encontrarme con postales narcóticas y bardo sentimental, esas cosas que en lugar de ser catárticas terminan por enfermarte la mente día y noche. En un principio pensé que eso era sinónimo de decepción, pero a medida que avanzás de página te das cuenta que Caicedo era un pibito que encontró su nicho de luz en medio de la confusión, repleto de dulzura, que se pone en la piel de una chica rubia y desenfadada que descubre la cocaína como quien encuentra a Dios. Parece que el mundo le pareció muy bonito y quería irse a dormir con los gusanos antes de sufrir el desengaño: se mató a los 25 escuchando guaguancó.
Ahora que se van terminando los días en Villa Negra, sobrevienen fantasías que jamás llegarán a convertirse en textos, ¿y saben qué? Es muchísimo mejor, porque a veces siento que el mejor texto es el que tenés adentro de la cabeza mientras caminás por la calle, escuchando las sesiones del desierto con el cielo lleno de sol por una avenida ancha, sin ponerte en la obligación de que alguien te lea. Por eso hoy empecé a escribir una novela que la voy a ir escribiendo todas las tardes que me falten hasta terminar tieso, un relato epocal que empieza diciendo "Nos conocimos comprando ropa en los pasillos de la Quinta Avenida....".
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7 %:

carla dijo...

qué onda esa cabeza?

C.E dijo...

¿Sabés que no? Yo ahora creo que el mejor texto es el que escribís para dejar en paz la cabeza llena de ilusiones ("hoy tenés el mate lleno de ilusiones"), y después lo quemás.

Re piromaníaca, sí

Che, un abrazo, avisá para dónde rumbeas cuando abandones Villa Eso

faroto dijo...

Nos conocimos haciendo compras en la quinta avenida y luego me invitaste a una fiesta para juntar plata para el fondo de huelga de alguna fabrica del conurbano bonaerense. fue en sociales de la uba y la pasamos genial...

ya podes seguir.

Seba dijo...

Carajo! Yo quiero reservarla. Es más, la seño, ya.

Biblioteca Arturo Marasso dijo...

totalmente, el mejor texto es el que vive, no el que espera en un estante de la biblioteca ser leido, no el impreso para satisfacer las ansias de ser perdurable.

Grado Cero dijo...

http://cuartetobolche.blogspot.com/2009/04/andres-caicedo-1951-1977.html


alto blog.

saludos

valeria meiller dijo...

Estas lineas son tan buenas! super wow!

a medida que avanzás de página te das cuenta que Caicedo era un pibito que encontró su nicho de luz en medio de la confusión, repleto de dulzura, que se pone en la piel de una chica rubia y desenfadada que descubre la cocaína como quien encuentra a Dios.

La Fuerza está conmigo

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Brazo Armado