30/4/10

Surferos del hype

¿Alguien sigue leyendo blogs? Pólvora y Chimangos en la Feria del Libro para hablar sobre un tema de candente actualidad. Firman el comunicado: Representantes de la vieja raza de chicos sin memoria emotiva / Hardcore y Vanidad.

28/4/10

El chico arti

¿No te lo cruzaste alguna vez en la calle?

27/4/10

Pila Pila

Saludos a todxs lxs que se despiertan pensando en cosas como el fin del mundo o peor, el trabajo. También a los de sintaxis veloz, a los pungas de la ortografía, a Héctor que está esperando que venga una ola y se lo lleve hasta Rincón de los Sauces, oh sí; a Marian, el más salvaje de los salvajes. A todos mis amigos, incluidos los que van a esas fiestas donde tarjeteros anarquistas ventilan sus tráqueas pidiendo los nombres de las listas free pass...

... a los que cantan heil heil, este es el ritmo que me enloquece, miren los números cómo crecen...

23/4/10

cause i´m jamming


Hay una canción de Brant Björk que se llama "Hey, Monkey Boy", la letra dice: "Hey, Chico Mono, por qué estás desempleado"; "Porque estoy zapando", responde, "porque estoy zapando".


21/4/10

Muñe



13/4/10

Drug dealers


Vengan al gay parade de la droga, vamos a estar con banderas indígenas, rifles automáticos y canciones que hablan sobre el bienestar.


12/4/10

Rosa Gin

El viernes pasado estuve recorriendo los pasillos del barco de arriba. Se llama Pink Gin y es propiedad de un médico alemán que se forró fabricando miembros ortopédicos. El Pink Gin fue construido en un astillero finlandés y botado en Southhampton. Ahora está en Buenos Aires porque el Doctor Chucrut decidió dar una vuelta con unos amigos. Uno de los tripulantes es un francés negro que tenía una crêperie en Costa Rica y se la pasaba surfeando. Dejó la vida bucólica de la parafina por un sueldo en euros y la posibilidad de viajar por Cerdeña y otras islas VIP. El mástil del Pink Gin tiene 54 metros de alto y cuando hay vientos fuertes en alta mar, la tripulación no sube porque el riesgo de que se quiebre son muy altos. Le pregunté si alguna vez habían pasado por una situación apocalíptica en medio del océano. Me dijo que no, pero que una vez le tocó timonear el barco en medio de una tormenta en plena noche. Contó que mientras estaba al frente del timón, miraba hacia atrás y veía olas de seis metros de alto acercándose al barco. Estaba amarrado a una baranda para que las olas no lo barrieran de la popa. Confiesa que extraña su vida en Costa Rica. Las rastas, el surf, todo eso.

7/4/10

Poema pensando en las 5 tesis

para Peach



chatear con vos es como escuchar
una caracola de la arena asamblearia
que contiene todos los ruidos de ese turbio mar.


6/4/10

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Núbiles crustáceos jaquean mis percepciones

La Fuerza está conmigo

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Brazo Armado