Bueno, es hora de hacer un post y creo que va a hablar sobre mí, JA, porque este es mi blog y estas son mis botas, y estas botas se hicieron para caminar.
Eso es.
Me duelen los ojos, tengo la voz cascada y me gusta decir "la voz cascada", hasta podría hacer algo con eso, algo que en principio me dé dinero, porque claro, mi corazón está latiendo últimamente al ritmo del dinero y eso le hace tan bien a mi salud como también le hace bien al dinero que todos los corazones del mundo latan al ritmo del clink-chan-sniff de las monedas y los billetes de todos los bancos centrales del mundo; las letras de cambio, los bonos de la deuda de países emergentes, las monedas rotas sobre las vías hundidas por los trenes que siempre van al Oeste (no un Oeste en particular, sino simplemente un Oeste cualquiera, porque verán que siempre los trenes han ido hacia el Oeste y eso va a seguir siendo siempre así).
Hoy un compañero me hizo notar con muy buen tino que titular posts en inglés es muy de hijo de profesionales de clase media, lo cual es en gran parte verdad y en gran parte mentira, pero de verdad que en países como el nuestro el complejo de inferioridad de la clase media ha hecho grandes contribuciones a la Nación, empezando por que nuestros padres nos enviaron desde chicos a institutos de inglés con señoras de acento británico que, a su vez, estaban casadas con hijos de clase media, arquitectos, contadores, que habían podido estudiar inglés en un colegio de un suburbio porteño, donde a su vez iban los hijos de otras capas de la misma clase media, que terminaron haciendo sus reuniones de bodas de plata de los egresados del Fátima, del Sagrado Corazón del Babuino, del Chechester´s Bridge, del San Miguel Schule, del Instituto del Amure (esos siempre estuvieron en cualquiera), en fin, de donde vinieran se juntaban en reuniones donde había muchos sánguches de miga y todos se mostraban las fotos de sus viajes a Europa, viajes con sus maridos con las cámaras de fotos al cuello, él con chomba Lacoste de rigor, ella con estola color pastel, tan cerdos los dos posando para la foto que hasta se veían restos de comida en las comisuras, sí, restos de perrito caliente o de gazpacho barato comprado a una vieja sorda que cuarenta años atrás sacaba a pastar a las vacas por el suelo agrio de Castilla...
La máquina de Dios. ¿Qué novedades tenemos del aparatito del Gran Dentista, eh? Parece que nos van a sacar una carie, y resulta que esa carie está en medio del ojete del universo. Amigos, esto se va a poner tan bueno que las rutas argentinas van a quedar desiertas y vamos a poder ir reptando cuerpo a tierra de acá a Usuahia sin que nos pise un camión, eso es genial, "fomente el turismo y el regreso a la naturaleza, ¡destruya la Tierrrrrrrrrraaaaaaaaaaaa!".
En fin. Me quedo con lo que me dijo una mujer este mediodía: "Cobramos un salario sólo para seguir alimentando al sistema y no caernos". Mierda. Escuchar eso fue lo más parecido a Lenin que voy a llegar a escuchar en mi vida. Y la mina vivió los ochenta y es una declarada ex cocainómana que en sus ratos libres asesora a su sobrina flogger sobre las bondades del heavy metal...
Eso es.
Me duelen los ojos, tengo la voz cascada y me gusta decir "la voz cascada", hasta podría hacer algo con eso, algo que en principio me dé dinero, porque claro, mi corazón está latiendo últimamente al ritmo del dinero y eso le hace tan bien a mi salud como también le hace bien al dinero que todos los corazones del mundo latan al ritmo del clink-chan-sniff de las monedas y los billetes de todos los bancos centrales del mundo; las letras de cambio, los bonos de la deuda de países emergentes, las monedas rotas sobre las vías hundidas por los trenes que siempre van al Oeste (no un Oeste en particular, sino simplemente un Oeste cualquiera, porque verán que siempre los trenes han ido hacia el Oeste y eso va a seguir siendo siempre así).
Hoy un compañero me hizo notar con muy buen tino que titular posts en inglés es muy de hijo de profesionales de clase media, lo cual es en gran parte verdad y en gran parte mentira, pero de verdad que en países como el nuestro el complejo de inferioridad de la clase media ha hecho grandes contribuciones a la Nación, empezando por que nuestros padres nos enviaron desde chicos a institutos de inglés con señoras de acento británico que, a su vez, estaban casadas con hijos de clase media, arquitectos, contadores, que habían podido estudiar inglés en un colegio de un suburbio porteño, donde a su vez iban los hijos de otras capas de la misma clase media, que terminaron haciendo sus reuniones de bodas de plata de los egresados del Fátima, del Sagrado Corazón del Babuino, del Chechester´s Bridge, del San Miguel Schule, del Instituto del Amure (esos siempre estuvieron en cualquiera), en fin, de donde vinieran se juntaban en reuniones donde había muchos sánguches de miga y todos se mostraban las fotos de sus viajes a Europa, viajes con sus maridos con las cámaras de fotos al cuello, él con chomba Lacoste de rigor, ella con estola color pastel, tan cerdos los dos posando para la foto que hasta se veían restos de comida en las comisuras, sí, restos de perrito caliente o de gazpacho barato comprado a una vieja sorda que cuarenta años atrás sacaba a pastar a las vacas por el suelo agrio de Castilla...
La máquina de Dios. ¿Qué novedades tenemos del aparatito del Gran Dentista, eh? Parece que nos van a sacar una carie, y resulta que esa carie está en medio del ojete del universo. Amigos, esto se va a poner tan bueno que las rutas argentinas van a quedar desiertas y vamos a poder ir reptando cuerpo a tierra de acá a Usuahia sin que nos pise un camión, eso es genial, "fomente el turismo y el regreso a la naturaleza, ¡destruya la Tierrrrrrrrrraaaaaaaaaaaa!".
En fin. Me quedo con lo que me dijo una mujer este mediodía: "Cobramos un salario sólo para seguir alimentando al sistema y no caernos". Mierda. Escuchar eso fue lo más parecido a Lenin que voy a llegar a escuchar en mi vida. Y la mina vivió los ochenta y es una declarada ex cocainómana que en sus ratos libres asesora a su sobrina flogger sobre las bondades del heavy metal...
3 %:
profundo. descriptivo, pero con muchas palabras gordas que no fomentan la comunicacion. no es de mala chele pero... describa con palabras de menos de cinco silabas si quiere que sus criticas sean leidas por las grandes capas a las que debe llegar su prosa. un critica constructiva desde el corazon...
Me encantó, en lugar de Lanata tendrías que estar vos en el Maipo, claro que la gente sólo aplaudiría sólo si puteas o apareces en tanga y con plumas de colores en el ojete.
En qué andás, nene? decidí. Sos flogger o judio? Las dos cosas, no. Estas cangando la antropología urbana.
(quien carajo es el de la foto? jajaja).
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