Una compañera tenía que hacer un trabajo para la facultad que consistía en producir un suplemento cultural. Pensó que una nota sobre los Villancicos Vrutales estaría bien; mandó unas preguntas; se le contestaron las preguntas; se desató un alocado culto de la personalidad.
¿Qué son los villancicos brutales?
Los VV (así, con V corta) son un festival de rock y literatura donde tanto escritores como músicos despliegan sus ideas con absoluta libertad creativa. La idea es combinar el espacio de las lecturas en público de poesía y narrativa (algo bastante poco frecuente en “la región”) con recitales de bandas en vivo, de modo que la tónica del rock entre en la literatura, y viceversa. Es también un espacio para dar a conocer nuevos artistas de acá y de Baires; no porque los de allá sean mejores, sino porque intentamos que su alienación (y también cierta experiencia en la realización de eventos de este tipo) se mezcle con nuestro espíritu provinciano virginal, dando lugar a un nuevo monstruo cuyo destino desconocemos completamente.
¿Cómo nace esta iniciativa?
Nace a fines de 2006 después de ver, vía blogs, la intensa actividad literaria que ocurría en Buenos Aires de la mano de las lecturas en vivo, principalmente de narrativa. Como por entonces yo recién había abierto mi blog, estaba fascinado con las cosas que pasaban no sólo como extensiones fenoménicas del propio medio (me refiero al encuentro que se origina a través de los blogs, los encuentros que se arman en torno a su calor), sino con las propias cosas que se escribían. Así que un día me acerqué a Los Mudos, una lectura que organizaba Funes (que sigue hasta hoy) y le dije que quería hacer algo similar en Neuquén. Como ellos (El Quinteto de la Muerte y otras hienas) siempre están ávidos de fama, se entusiasmaron enseguida. Lo difícil fue reunir a la gente acá en Newquén, porque yo desde el 2001 que me había ido de la ciudad y mi entrada al, digamos, “campo literario local” fue tardía. Bah, tardía, nunca es tarde para nada, lo que quiero decir es que no conocía mucha gente que escribiera. Pero en el transcurso de estos dos años fueron apareciendo poetas y narradores hasta debajo de las piedras, y hablando de una ciudad rodeada de bardas y ríos cubiertos por piedras, ya es decir bastante.
¿Qué se pretende lograr con este tipo de eventos?
Difundir la nueva literatura, desmitificar esos bolsones de sentido común donde todavía el escritor aparece como una figura fatua que produce una obra maestra que le dicta un ratón desde el centro de su bulbo raquídeo. Nosotros estamos lejos de crear una obra maestra, pero al menos nos interesa difundir lo que escribimos y lo que tocamos, al tiempo que poder conocer otros autores y músicos, leerlos. Desde otro lado, la idea es dialogar; establecer lazos entre editores, autores, libreros y el público. No sé bien con qué objetivo, o mejor: con diversos objetivos; uno por cada participante del evento. La idea es que los VV sea una obra colectiva.
¿Qué espacio tienen estos escritores más allá de sus blogs? ¿Qué rol cumplen los blogs?
Ufff, bueno, la pregunta es gigantesca. Una parte bastante grande de los escritores que han participado en las dos ediciones de los VV ya han editado sus libros, o han participado en antologías con algunos cuentos o poemas. En el caso de los porteños, es entendible que tienen más facilidades para darse a conocer porque la industria cultural se recuesta contra el Río de la Plata y no contra la cordillera. Acá hay voces re interesantes, como la de Héctor Kalamicoy, que son poco conocidas más allá del ámbito de influencia regional. Son gajes del interior (de vivir en el interior, no de la interioridad, aunque pensándolo bien...). Acá en el Valle no hay espacios, más allá de la habitación o el asiento de colectivo donde los escritores van montando su castillito narrativo. Es decir, no hay una ocupación tan evidente del espacio público por parte de la literatura y de sus prácticas adyacentes, como por ejemplo las lecturas en vivo. Pero quizá no sea un problema de las condiciones de producción; yo diría mas bien que se trata de un desplazamiento de las condiciones de recepción: la gente no lee, y parece que tampoco le interesa mucho cambiar.
En ese sentido, creo que los blogs han redireccionado la lectura, el mapa del ojo. Me parece que la han vuelto más vertiginosa, menos modernista; hasta se compra menos el diario y las empresas periodísticas saben que el futuro (que ya llegó) está en la web. Por eso los blogs han vuelto más inasible, menos segura la idea de una lectura: se lee desde la web y ahí se conocen autores, corrientes, espacios a los que de otro modo no se puede acceder. Los VV son hijos de esas nuevas condiciones históricas. Somos unos fuckin posmodernos, sí señor.
¿Por qué "brutales"?
Es Vrutales, como para hacerlo aún más brutal. El nombre es fruto de una casualidad, por no decir una estupidez. La lectura se hace los 30 de diciembre, ya es como un clásico. Y siempre está esa pulsión de nombrar las cosas, así que necesitados de un slogan que nos ponga en el tapete, pensamos la lectura como una suerte de canto a un Niñito Dios personalizado. O sea: venimos a cantarte con regalos, Niño Dios, pero lo nuestro no es santo: es vrutal.
¿Hasta donde piensan llegar?
Hasta convertirnos en un Lollapalooza. Giras por el país con una feria de fenómenos de circo. Lecturas adentro de la boca de leones. Trapecistas mancos. Todo eso. Yo quiero ser una suerte de Perry Farrell argentino, pero sin esa ropa de amanerado en la que suele aparecer en las fotos.
4 %:
cuando te vea te voy a preguntar si esto es fictisio... te lo prometo...
por otro lado...debo manifestar mi descontento con una pequeña respuesta
"Nosotros estamos lejos de crear una obra maestra"... lo que ustedes hacen es una obra gigantesca (ademas de maestra). no me refiero con esto a la calidad de los autores, (que a uno le pueden gustar o no)sino a que lo que ustedes estan haciendo es, en primer termino, totalmente innovador para estos lugares, y a que por otro lado, en una ciudad en la que los centros culturales se cierran dia a dia, que halla un evento que reuna tanto arte junto es gigantesco (ademas de maestro). jaramillo por 1000 villancicos mas. hasta luego
Caramba Jara, pero qué bien contestás las entrevistas, con maestría. Sea apócrifa o no, poco me importa, lo que sí quiero es gira! Cuanto antes!
ojalá se pudiera hacer algo así con el cine.
Lo que vos querés ser es un Colin Farrell.
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