"Nuestro aporte es incorporar a más personas a la sociedad de la información, en un mundo capaz de sobrepasar las distancias idiomáticas", declaró el gerente general de Microsoft Chile, Hernán Orellana, en la presentación de una versión de Windows en idioma mapuche.
En un post anterior ya discutíamos alguna cuestión relacionada con el lenguaje. Y ahora esta noticia ilumina el problema desde otro ángulo, ofreciéndose a una lectura política más recia: ¿es posible adscribir al espíritu optimista e inclusivo con el que se envuelve el lanzamiento de "un software que busca preservar y difundir la cultura del Pueblo Mapuche a través de las nuevas tecnologías", cuando es más que evidente la muy inteligente y onerosa estrategia comercial de Microsoft colocada detrás de su slogan multiculturalista? Pero la discusión no se agota aquí, ya que otro de los aspectos incluidos en el programa impulsado por el gobierno chileno es el impacto de las NTIC´s en el desarrollo mismo de las comunidades mapuches y en la difusión de sus valores, vía digital.
Así representada, la técnica oficia de intrumento benefactor, garante del respeto de los pueblos, evidencia de modernización y futuro. Una panacea que se mantiene intacta desde McLuhan en adelante y que desintegra los terrenos adyacentes, todo rastro que contradiga la realidad armónica dibujada por la maravilla tecnológica.
No sólo instrumentalización de la cultura, sino sarcasmo brutal: no se me ocurre cómo es posible hablar de defensa de una cultura cuando muchos de sus miembros están hoy encarcelados o padecen la persecución política por cuestiones territoriales.
1 %:
Mató. ¿Viene con gorrita del Che?
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