2/10/06

Una buena coartada

"En las horas desoladas, cuando sentía el descorazonador sinsabor de mi disponibilidad, sólo podía calmarme forzando a la predestinación: convocaba a la especie y le pasaba la responsabilidad de mi vida; no era más que el producto de una exigencia colectiva. La mayor parte del tiempo administraba la paz de mi corazón teniendo el cuidado de no excluir del todo ni la libertad que exalta ni la necesidad que justifica".

Jean Paul Sartre, Las palabras.

2 %:

Anónimo dijo...

Putain, ça kiff.

Jaramillion dijo...

Si usted, Ana, me enseña francés, yo le juro que le propongo matrimonio.

La Fuerza está conmigo

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Brazo Armado