25/10/07

Viento nazi


Si hay una razón por la cual Neuquén debiera ser el escenario para una remake de Mad Max, es a causa del irritante viento que, como hoy, hace que afloren en mí los peores sentimientos y las ideas más recalcitrantes.
Escuchen esto: ráfagas de 88 km/h. Voladuras de techos. Suspensión del suministro de agua. Evacuaciones (hoy a la mañana estuve a punto de evacuarme yo mismo cuando amanecí y no había ni una sola gota de agua, a excepción del afluente de líquidos cloacales que corre sobre mi calle y que la empresa encargada de arreglar estos asuntos parece omitir a propósito, con el único objetivo de suscitar en mí un estado de ira desbordante que me convierte en un potencial mártir de Al-Aqsa).
La cosa se pone peor a tres días de las elecciones. Vengo de una reunión casual en la que me encontré diciendo que no dudaría en votar a Sobisch. Que la democracia es tan absurda que me encantaría que triunfe la derecha para contribuir a la confusión general. Ni botas ni votos: la derecha. El viento es de derecha. Neuquén es de derecha. Como buen neuquino chauvinista que soy, ¿por qué habría de votar como un progresista bienpensante? A la mierda. Votemos al hombre que está 100% preparado. Votemos a Sobisch y que salga la policía a la calle. Vistámonos nosotros como policías, también. Vistan a Néstor Pitrola de gendarme. Vistan a Pino Solanas con el uniforme de prefectura, súbanlo a un bote en el lago Mari Menuco y que se vaya a dormir con los peces.
Este domingo, sentémonos todos en el gran banquete de la derecha a beber whisky y tomar cocaína. No quiero más los locros de la izquierda ni los meetings del progresismo. Quiero ser de derecha, de la derecha falangista y convencida de que esto se soluciona con la llegada de Satán a la tierra. Y no me culpen: vivo en Neuquén, paraíso del alerta meteorológico, y acá no hay alfombras que alcancen para esconder toda la tierra y la mierda que en días como hoy inundan los pensamientos de nuestra hermosa comunidad.
Por eso una vez más voy a escapar de este Vietnam y por unos días pediré asilo en las avenidas caras de la Capital. Y el domingo estaré en Plaza de Mayo esperando las marchas de los blindados; que la política acelere la dialéctica de su destrucción y que Argentina se filtre kilómetro tras kilómetro en el barro inmundo del Río de la Plata.

9 %:

Anónimo dijo...

El hilo de la argumentación es claro. Se torna confuso cuando hablás de la llegada de Satán a la Tierra. La pregunta es, en caso que validemos -cosa muy difícil en mi pero no imposible- la existencia de Satán, cuándo se fue?

Anita dijo...

Yo, el domingo, lucho en el barro.

Jaramillion dijo...

Yo tampoco sé qué quiero decir con lo de Satán. Vino a mí subrepticiamente mientras escribía. Como le pasó a Linda Blair. Más o menos así.

Anita: vos SOS el barro.

Anónimo dijo...

Ojalá se rompa el colectivo y tengas que pasar un par de horas en alguna villa del gran Buenos Aires; ojalá pase el Pity pasado de paco y rompe bien el culo.
No nos jodas la candidatura.

Jorge y Carlos.

Anónimo dijo...

Ojalá se rompa el colectivo y tengas que pasar un par de horas en alguna villa del gran Buenos Aires; ojalá pase el Pity pasado de paco y rompe bien el culo.
No nos jodas la candidatura.

Jorge y Carlos.

Burundi dijo...

zapala viento, mucho viento, gente soporta, 88km poquito, solo brisa, chimango queja mucho. zapala gente saca tierra a palazos, si chimango queja mucho, palazos.
Firmo, Mingo.

atomÖ dijo...

si me permite, y aunque no lo haga, voy a citarlo en mi blog. es que los últimos versos son geniales.

Anónimo dijo...

De Neuquén te podés escapar, te podés mudar a un lugar con menos viento. ¿¿¿Pero de Sobisch te vas a poder escapar???

Anónimo dijo...

Heil chimango y con mi brazo extendido grito.... EL VIENTO ENLOQUESE A LA GENTE!!!
ESKIMAL

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